29 diciembre 2010

Zen Genjo





Genjo

Cuando un pez nada en el océano, el agua es ilimitada, por muy lejos que nade. Cuando una ave vuela por el cielo, el aire es ilimitado, por muy lejos que vuele. Sin embargo, desde el inicio no ha habido pez o ave alguna que haya dejado su elemento. Cuando la necesidad es grande, el elemento se aprovecha en grande. Cuando la necesidad es reducida, el elemento se aprovecha de manera reducida. Por esto, ninguna criatura desaprovecha su totalidad. Dondequiera que se ponga, no deja de cubrir el terreno. Si una ave abandona el aire, morir en seguida. Si un pez abandona el agua, morir en seguida. Que se sepa, pues, que el agua es vida, que el aire es vida. El ave es vida y el pez es vida. Vida es el ave y vida es el pez. Más allá de estas implicaciones y ramificaciones, no hay otras.

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